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¡Pide ayuda!
¡Así es! Lo más probable es que en
más de una ocasión ni te des cuenta de que te estás carcomiendo la uña hasta
que ya pasaron unos minutos, así que comienza por decirles a las personas de tu entorno más cercanos
(padres, mejores amigos y compañeros de trabajo) que te hagan notar que lo
estás haciendo para que detengas. Con esto lograrás ser cada vez más consciente
del problema y pronto verás que tú sola te detendrás sin que te avisen.
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Sustitúyelo con un hábito inofensivo
Como te comentaba, muchas veces
comienzas a morderte las uñitas porque responde a un tema de tensión o estrés,
y es mucho más fácil dejar de hacerlo si buscas otra cosa que hacer que no te
genere ningún problema. Por ejemplo, puedes conseguir esas pelotitas
antiestrés y tenerla siempre a mano, si te provoca morder algo
ten una caja de chicle o caramelos.
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Identifica los momentos en que lo haces
Digamos que cuando te sientas a ver
televisión de repente te descubres a ti misma mordiéndote las uñas, la próxima
vez que prendas la tele, consigue una tarea que tenga tus manos ocupadas:
bastará con un papel y un lápiz para que dibujes, una liga para que juegues con
ella, haz origami o juega
con plastilina.
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¡Que no te sepan nada bien!
Otra manera que algunos practican es
poner en sus uñas alguna sustancia que deje muy mal sabor,
para que cuando tiendas a comerlas, te sepa tan mal que se te quiten las ganas
inmediatamente. Hay productos especiales con este fin de diferentes marcas. Usa
el que te sepa peor y cámbialo si comienzas a acostumbrarte al sabor.
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¡Cúbrelas!
Una medida más extrema es cubrirlas
por completo con guantes o con banditas por lo
menos durante las horas y días que consideres más críticos (aquellos en los que
te encuentres más tensa).
¡Un truco especial
para ti!
Creo que la mayor motivación para ti
será tener unas manos lindas que ya no tendrás que ocultar ante nadie. ¡Ojo! Si
tu caso ha sido algo grave, tal vez tus uñas demoren algunos meses en
recuperarse después de haber dejado esta costumbre por completo. ¡Ten
paciencia!
Comienza por incluir una rutina
de belleza especialmente para ellas.
Consigue una crema de manos muy suave y con un aroma que te guste mucho.
Comienza a visitar a la manicurista tan seguido como puedas; digamos que la
idea es hagas a tus manos y tus uñas protagonistas de tu estilo ¡y lúcelas! ¡Tú
puedes!
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